Amueblar la habitación de un niño suele ser todo un reto para los padres. Cuanto más conscientes son de sus necesidades (o peor, de sus caprichos), mayor es el reto. Cuando un niño tiene una visión específica de cómo quiere que sea su habitación, pero esta visión no coincide necesariamente con la nuestra, surge un problema. En esta situación tenemos dos opciones. La primera es ignorar por completo las necesidades del niño y amueblar la habitación tal y como la hemos planeado. Pero hay que tener en cuenta que esta solución es muy estresante, tanto para nosotros como para nuestro hijo. La otra opción es intentar llegar a un compromiso que nos permita encontrar un arreglo que guste tanto al niño como a nosotros. Existen algunos trucos interesantes que harán que la habitación de tu hijo sea funcional, esté decorada con gusto y estilo y, sin olvidarlo, sea un espacio que a tu hijo le encante.
Los colores son la clave
Es un error común pensar que la combinación de colores de la habitación de un niño es el punto de partida a la hora de discutir con él cómo quiere que sea su habitación. Pintar o empapelar las paredes, así como elegir el revestimiento adecuado para el suelo o los rodapiés, son cosas por las que tenemos que empezar cuando se trata de decorar la habitación de un niño. A este respecto, conviene tener en cuenta el tamaño de la habitación de tu hijo. Recordemos las reglas más sencillas en cuanto a la elección del color de las paredes: cuanto más pequeña sea la habitación, más debemos intentar agrandarla ópticamente. Para ello, utiliza colores claros, preferiblemente pastel. Si la habitación es más grande, puedes permitirte colores más oscuros. Pero sea como sea, también hay que tener en cuenta la luminosidad de la habitación que queremos decorar. Esto dependerá a su vez de la ubicación de la habitación (este, oeste, norte, sur) y de lo grandes que sean las ventanas y de si la habitación tiene balcón, por ejemplo. En función de estos parámetros, elegiremos los colores. Podemos mostrar al niño varias opciones que entren en juego y dejar que decida, o bien elegir juntos la combinación de colores.
Muebles infantiles: funcionalidad y diseño
El siguiente paso que debemos dar a la hora de amueblar una habitación infantil es elegir los muebles adecuados. Esto, a su vez, dependerá de la combinación de colores elegida anteriormente. Una solución interesante es utilizar el contraste en este aspecto. Por ejemplo, si las paredes y el suelo de la habitación infantil son muy claros, es bueno plantearse comprar muebles de un color ligeramente más oscuro. Así conseguiremos crear un contraste interesante en la habitación. A nuestro hijo le encantará.
Dar un toque personal a la habitación
Una vez pintadas o empapeladas las paredes y colocados los muebles, es hora de elegir los accesorios para la habitación de tu hijo. Teniendo en cuenta el tipo de habitación que quieres amueblar, elige los accesorios junto con tu hijo. Evidentemente, en la habitación de un niño no deben faltar elementos como una cesta de juguetes, pero también merece la pena pensar en accesorios más funcionales, como una bolsa para sentarse tipo saco.
Un accesorio original y poco convencional que conquistará el corazón de todos los niños.
Quizá se pregunte: ¿por qué un puff pera? En primer lugar, hay que tener en cuenta que el puff pera es increíblemente funcional. Es una gran pieza de diseño de interiores, que puede tener muchos tipos diferentes de uso. Ante todo, debemos tener en cuenta el hecho de que un puff puff, colocado, por ejemplo, cerca de una librería, será un gran complemento para la zona de relax. Además, los puffs puff están fabricados con materiales 100% hipoalergénicos, gracias a lo cual el riesgo de alergias es prácticamente inexistente. En el caso de los niños, esto es de vital importancia. Además, los puffs puff son completamente seguros para la salud de nuestros hijos, ya que no afectan negativamente a la columna vertebral, gracias al uso de granulado de poliestireno de alta calidad para rellenar dichos puffs.
¿Qué debemos tener en cuenta a la hora de elegir el mejor puff pera para nuestro hijo?
A la hora de elegir un puff pera para la habitación de un niño, merece la pena prestar atención ante todo a su tamaño. Debe elegirse en función del tamaño de la habitación del niño y de su edad. Un puff pera demasiado grande puede resultar incómodo o, en el caso de una habitación pequeña, desproporcionado. Para niños más pequeños, recomendamos sillones y pufs de la talla L. Para niños más grandes, las tallas XL y XXL son perfectas. La oferta de puffs es realmente amplia: docenas de diseños y tipos de tejidos, distintos tipos de sacos... En una palabra, ¡no hay forma de equivocarse al decidir comprar un puff pera para la habitación de un niño!
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